En Panamá la gente se pregunta que le ha pasado a Noriega. Sí, el general Manuel A. Noriega, quien fuera jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP) entre 1983 y 1989, hasta que la invasión militar norteamericana lo secuestrara para juzgarlo por cargos de supuesto tráfico de drogas. Curiosamente, fue rapidamente condenado como traficante en Panamá en un juicio realizado en Florida mientras era considerado “prisionero de guerra” por el gobierno norteamericano.
Durante la invasión militar de EEUU, fueron muertos un número que oficialmente nunca se ha dado a conocer. Algunos dicen que fueron mil personas, otros aseguran que fueron cerca de 5 mil. En realidad, los gobiernos panameños (un total de cinco en 20 años), se han encargado de encubrir las causas y las consecuencias de la guerra declarada por EEUU contra Panamá.
¿Cuántas muertes fueron? ¿Porqué fue tomado prisionero de guerra el general Noriega? Preguntas que los gobernantes panameños y sus asesores legales prefieren no plantearse. El gobierno norteamericano todavía tiene clasificada gran parte de los archivos que se refieren a la invasión militar de 1989. Además, unidades especiales de inteligencia norteamericana se llevaron la totalidad de los archivos de las FDP, que incluyen los de la Guardia Nacional (1953-1983).
Bob Woodward, el periodista que descubrió la conspiración del hotel Watergate, señala que la invasión era parte de una campaña de relaciones públicas del entonces presidente Bush (padre) quien era considerado un debilucho por la opinión pública de EEUU y había que crearle una imagen “macho”. La invasión militar, la muerte de miles de inocentes y la “captura” de Noriega lo convertirían en “héroe” y aseguraría su reelección en 1992. En la campaña electoral de ese año, Clinton lo desbancaría recordándole que el problema de EEUU era “la economía, estúpido”.
Curiosamente, EEUU trata de explicar la situación de Noriega recurriendo a la Convención de Ginebra. Tratado internacional pisoteado por EEUU desde su aprobación. Washington admite que tortura, detiene sin juicios, asesina y realiza espionaje. (Los casos recientes de Guantánamo son una pesadilla para el pueblo norteamericano que siente vergüenza por el comportamiento de sus gobernantes).
Según analistas de ese país, EEUU debe expulsar a Noriega de su territorio y devolverlo a Panamá. Así dicta la Convención de Ginebra. Sin embargo, algunas mentes legales de EEUU alegan que Noriega no puede regresar a Panamá porque constituye un peligro para la estabilidad política del país. “El retorno del general puede contribuir a la destrucción de la unidad nacional. Como consecuencia, sería prudente descartar la ley y ser pragmático”. Quienes piensan de esta manera en EEUU, dicen que hay “demasiados políticos panameños que tuvieron vínculos con el régimen norieguista y su regreso crearía tensiones capaces de desestabilizar la sociedad panameña”.
En realidad, Noriega constituye un peligro para EEUU en su calidad de agente de ese país mientras dirigía las FDP. Si regresara a Panamá no podría ser juzgado porque todas las evidencias de sus supuestos crímenes los tiene EEUU. Como señalara el sociólogo argentino, Atilio Borón, Noriega ahora se levanta como espejo ante la política de EEUU en Colombia y México. En el país vecino, el presidente Alvaro Uribe puede ser objeto de una acción punitiva por parte de EEUU si da un paso en falso.
Panamá, 17 de septiembre de 2009.
viernes, 18 de septiembre de 2009
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