Falta menos de un mes para la transferencia del poder en Panamá y todavía no se tiene claro cuales son las propuestas económicas del nuevo gobierno que presidirá Ricardo Martinelli. A pesar de ser un próspero empresario, Martinelli no tiene una formación para definir las políticas económicas de un país. En los puestos claves nombró a un banquero e ingeniero civil, Alberto Vallarino, para encabezar el Ministerio de Economía y finanzas (MEF). En el Ministerio de Comercio e Industrias colocó al empresario y sociólogo Roberto Henríquez.
Vallarino ha hecho algunas declaraciones sorprendentes en torno a su política fiscal. Reconoce que la crisis mundial está mermando los ingresos del gobierno y propuso un incremento de los impuestos entre los sectores más afluentes de la sociedad. Vallarino sorprendió a todos en la medida en que el mismo se identifica como un conservador. Además, chocó con la “promesa” que Martinelli le hizo a los empresarios de rebajarle los impuestos y crear un “flat-tax”.
El nuevo gobierno dice que reformara la ley de responsabilidad fiscal para aumentar el tope de endeudamiento de las finanzas públicas, del 1 al 3 por ciento del producto interno bruto (PIB). Según el viceministro de Economía designado, Dulcidio de la Guardia, la reducción de los ingresos gubernamentales no le permitirá cumplir con las promesas de campaña. Agrega que los ingresos "reflejan un déficit de 200 millones de dólares en comparación a mayo del 2008, y 80 millones de dólares por debajo de lo presupuestado". Sostuvo que no hay una fecha exacta para llevar el proyecto de ley a la Asamblea. Las reformas son vistas con sospecha por algunos gremios empresariales quienes no aceptan que las autoridades continúen con la estrategia de cobrar nuevos impuestos sólo para "balancear la chequera" del Estado. Las modificaciones a la ley fiscal deben evolucionar, pero con cuidado, para que esa situación "difícil" del Gobierno no afecte a los empresarios.El presidente de la Cámara de Comercio, Adolfo Linares, defendió la propuesta de reforma, porque hay que darle oportunidad al gobierno entrante. El presidente Torrijos desperdició la oportunidad de sanear las finanzas públicas y reducir la deuda en momentos que las arcas del Estado estaban gordas. La ratificación del “Tratado de Libre Comercio” (TLC) por parte del Congreso de EEUU se ha complicado y Martinelli no tiene una estrategia para enfrentar la actual crisis. Decidió dejarle el problema a sus asesores y se fue de vacaciones por unos diez días antes de asumir la Presidencia el 1° de julio. El Congreso de EEUU ha planteado que antes de aprobar el pacto comercial con Panamá, éste debe reformar su legislación de sociedades anónimas.
Varios asesores de Martinelli le están recomendado que utilice los recursos que tiene el Banco Nacional para inyectarle liquidez al sistema financiero. Según estos sectores, la medida evitaría la caída del acceso al crédito que ya se está presentando. Para lograr este objetivo, Martinelli tendría que redefinir el Fondo Fiduciario para el Desarrollo.
En apenas dos semanas el discurso del gobierno entrante de Martinelli sobre la reforma fiscal ha cambiado. Ahora la propuesta para eliminar el Cálculo Alternativo del Impuesto sobre la Renta (CAIR), mediante una reforma a la ley fiscal, se debe a la "desaceleración importante" que presentan las finanzas públicas.
Panamá, 4 de junio de 2009.
jueves, 4 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario